literatura venezolana

de hoy y de siempre

Poemas de Pamela Rahn

Oct 3, 2024

El peligro de encender la luz

Todo es repetición

vocales que se practican
pero nunca llegan
a entenderse

la misma línea
que me persigue

anudándome la seguridad
de encontrarme en mi propia sed

todo se mueve
todo se cae
todo se destruye

todo hace bum
y luego bam

todo resuena en esta casa

como el sonido del viento
cuando algo muere

pero yo sigo aquí

no soy un hueso
no soy un pájaro

ni siquiera revoloteo
intento descomponerme
o amarrarme
a cualquier cosa con vida

no tengo alas
no existo

solo me repito
en esta cuerda invisible

la anudo
con la regularidad próxima de una bombilla

que prende
y apaga
cada vez
que unos dedos sucios

quieren un poco de luz

***

Las puntas desgastadas

Las puntas desgastadas de los zapatos
son esas arañas invisibles
del camino
que corroen poco a poco la suela,
su blancura y su forma
es su pequeña
demostración de vida,
siempre brillantes
justo en el espacio muerto
entre el dedo meñique y el zapato
como si respetaran la tristeza
de un espacio vacío.

***

La mañana

La mañana tiene algo raro
algo de espacio largo
de tiempo elástico
que te engaña seductora
para hacerte creer en ella
Se explica eternamente en su rapidez
y en su lentitud contemplativa
Es un hombre de campo
Cantando canciones que le oyó a una oveja
Es un malhumor que se respeta, un lento caminar
Un tic tac extraño en el que se separan las agujas del mundo.
Te da la mano, fría y sudorosa
después de un largo resfriado
Las mañanas son lugares que te han amado
En esta crueldad absurda de quererte y odiarte tanto a ti mismo
También sirven para ver crecer
de nuevo musgo en las paredes
Y respirar
melodías al ritmo de tu inhalación
Para creer de nuevo que vivirás
Que vivirás
Y todo callará
Que la casa se quedará muda. Tibia, para siempre.

***

Razones interminables para elegir la locura

Vi al amor retorcerse en la humedad
Vi al corazón
volcarse enfermo en las virtudes
Vi a la imagen desaparecer
Vi a la ausencia flotar
y me olvidé de la ausencia
Vi a la digestión volverse hombre
Vi al hombre
convirtiéndose en gusano
Vi al gusano convirtiéndose en mariposa
Vi a la mariposa morir
Vi a la muerte vestida de mariposa
Vi al vestido desnudarse en la inmensidad del mar
Vi en el trozo
de piel un desperdicio
Vi en la suciedad
la imaginación del un millón de
hombres que huyeron de ella
Vi en la diferencia de tus ojos y los míos una verdad
que todavía puedo contar

Vi en la fotografía un minuto de mí misma
Te vi mirándome
Te vi advirtiéndome sobre mi propia verdad
Te vi acusándome
Te vi moviendo nuestras siluetas pulverizadas
Al ritmo de tus jadeos
Te vi como un lamento
Subiendo
y bajando
a través de mi
Te vi atrapado
Te vi lleno de tierra
Te vi tocando las paredes
para conseguir el camino correcto
Te vi en la oscuridad
Te vi repulsivo
Te vi con los ojos vacíos
repletos de arena
Te vi arder
Y preferí saltar por la ventana
convertida en cenizas

***

Las palmeras

Hacía tiempo que no lloraba
Fueron las palmeras
El peso de su sombra
Me obligo a alzar la cabeza
para mirar su verde filoso
contra el azul del cielo
Estaban allí
Pero no sabía
caminaba debajo de ellas
todos los días
inerte a su belleza
a la posibilidad de no volver a verlas
pero estuvieron allí
siempre
sólo que no las veía
Nunca las vi.

***

Fósforo en lo oscuro

Ante todo camino sola, siempre vidente de las cosas que se pudren
Ante todo escribo para no hablar
ensimismada en el no lugar
Sigo buscando
la última flor o la sirena sin brazos
que con todo en su contra permanece viva
Pero el amor no hace más
que alejarme de mi misma
Contemplar ante el espejo la posibilidad del descanso
Pero los poemas no son versos bonitos
o palabras combinadas
con el misterio o la pureza suficiente
El poema es lo que se ve, detrás del espacio vacío
Una lengua, larga y húmeda
que se jala como un trapecio
Es eso que no está
lo que buscas ser
lo que encuentras en el otro
Y que como un fósforo
te quiebra la luz.

***

La luz en el hueso

No soy una persona de ciudad
Soy una persona de cuarto triangular
diminuto
Sucio en las esquinas
con aire artificial

de ventana cerrada
de flores muertas en jarrones sin agua
de música que suena encajonada en bocinas llenas de polvo

No soy una persona de ciudad
Soy una persona de letras indisolubles
en profundos vasos de agua

Persona de garganta
socavada por límites rurales

Persona de cuarto oscuro
y luz de lamparita medio muerta

Persona hilo de luz
casi rasguño refractario
que afinca todo su brillo en el corazón embrutecido

y bajo el sol

desgasta el último de sus huesos.

Sobre la autora

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