Como kafka
Mi padre prometió volver antes de la lluvia; su silueta
rápidamente se hermanó con la circundante penumbra,
dejándonos un angustiante pesar en las miradas.
Murió a unos cuantos pasos de la otra orilla del río.
La irritada corriente o la tumultuosa melancolía, allanaron su
apego al cumplimiento de la promesa, al abrazo satisfecho, al
calor y la luz de los candelabros en la casa; como los otros,
prefirió morir a volver con nosotros, que siempre lo
esperamos de vuelta.
Sé que una noche de estas, antes de mayo, antes de la lluvia
incluso, me tocará hacer la misma promesa.
Ya las sombras me esperan, las piedras en el río tararean la
vieja canción de los condenados.
***
Fatalidad
Un nombre alcanzando a un hombre joven tras
años y años de horror vacío sin letras donde
asentarse y sentir que es pronunciado con la
reverencia y el encanto que le son precisos,
necesarios, intransferibles.
***
Pompeya, Herculano, San Carlos
Siento el lóbrego diluvio de gris ceniza
ahogándome, soñándome bajo la resina, en el
rostro de Dios.
Yo que amamanté con mi infierno el sangrar
de los atardeceres, agonizo en la salvaje calma
de los inocentes.
***
A plena luz del día
Soy una simple pregunta y me rompen las tardes de sol. Miro en silencio una sacudida,
una trémula cerveza, ardores de humo y humo de ausencia. Eres el cigarrillo necesario
en la justicia, el último deseo estremecido. La piel que me arranco a mordidas lleva por
tatuaje tu absoluta respuesta.
***
Bocanada
Un rostro fijo en los años, eterno. Una voz que me adivina la incertidumbre, sacando a
relucir viejas cuitas de la mano que protege la mirada. Su veloz incendio es el desolador
de toda ternura, de toda intención de beso. Amor que se queda, que no pasa; espiral
voluta de humo que va quebrando el reflejo de toda sombra.
***
De Profundis
Hay quien dice que el poema es como la perla: sudor de heridas, aspereza en la
membrana. Deberían ser pescadores en los mares del Sur, evitarían tanto oscuro camino,
tanto sórdido acecho.
***
I
1. Estoy-tratando-de-atisbarte-una-vez-más. Esa, es la profunda caída en el lienzo rojo,
encajada como la más dolorosa de las culpas: una palabra empeñada que tan sólo se
cumple en el jamás, sin embargo, puedo y debo vivir con eso.
2. He pensado en caminar por muchos lugares; he pensado en sentarme bajo sus marcas
y ahuyentar las voces que habitan en ellos, en procura del verdadero silencio y la auténtica
soledad, la de los yermos parajes que otrora creí jardines.
3. Unos ojos ahogados en rosas, el primer sentido de las cordilleras anuncia un valle y
unas canciones y un jardín y una casa deshabitada y los adioses colgados en la puerta y
las solitarias ventanas por donde nunca podré mirarte llegar.
4. He visto caer la tarde entre fugaces penumbras, he visto tu asombro como en un
vertiginoso descuadre, la luna rasga el cielo buscando un perdón ante su mutable
romancero de agonías.
5. Unos ojos están cegados y la tarde ha muerto ante ellos.
6. He estado esperándote durante años, quizás no es amor y el crepúsculo baña las rosas.
7. Imagino las ventanas de la casa en el valle: Ni siquiera están abiertas.