El soneto
Otra es labrada torre de diminuta esfera
Donde catorce esquilas dan su trinar sonoro;
Ya es barca azul que empuja catorce remos de oro
A cuyo bordo cruza Cleopatra la Hechicera.
Catorce paladines de heráldica cimera
Custodian la belleza con inédito decoro.
A veces encabrita bajo el celeste coro
Catorce alados potros que aguija la Quimera.
Es la capilla gótica do el férvido Petrarca
Muestra a los siglos como tras el cristal de un arca
De la inefable Laura la gracia peregrina.
En Lope es flor de gloria del huerto castellano;
Y de sus cuatro estrofas, cual justador romano,
Triunfante rige Heredia la cuádriga latina.
***
Al Ávila
Viejo dragón: es rara tu belleza
si el prisma de la luz te tornasola.
en Catia de la Mar hundes la cola
y en Naiguatá levantas la cabeza.
Eres altar: en ti la tarde reza
de roja veste y encarnada estola;
el albo plenilunio te aureola;
arden céreos de agrave en tu maleza.
Filósofo y cordial, la vas y curas
de la rozas las negras quemaduras
con el blanco algodón de las neblinas.
Y cuando el gris Invierno da la espalda,
tus cumbres se abroquelan de esmeraldas
y en granates revientan tus colinas.
***
Laxitud
Suspiro en el otoño de mis días
Por mis rosas de ayer, cuya fragancia
Embalsa la risueña infancia
Con perfume de sanas alegrías.
Ya me atedia el placer de las orgías;
Acre está el vino que mi labio escancia;
Y ha perdido su fina resonancia
La lira de las áureas harmonías.
Sin fe, sin ideal, sin trayectoria,
Ya no alientan en mis sueños de gloria:
Y en esta laxitud adolorida.
Mi corazón, marchito por las penas,
Ve regando de mustias azucenas
Los senderos del arte y de la vida…
***
El colibrí
Diminuto donjuán de los jardines
que en tus inquietas giras amorosas,
luces jubón de gemas caprichosas
y mientes un joyel de serafines.
Cuando suenan las auras sus violines
en las enredaderas olorosas,
besando vas los senos de las rosas
y violando el pudor de los jazmines.
Y al vibrar de tus alas fulgurantes
las flores, como vírgenes amantes,
se aduermen en erótico embeleso.
Porque, al secreto del amor propicias,
en tanto que repartes tus caricias
fingen tus alas el rumor del beso.
***
Taedium vitae
“Un día, y otro día, y otro día”;
un amor, y otro amor, y otros amores;
el mismo afán, los mismos sinsabores,
igual dolor, igual melancolía.
Ya me cansa la noche negra y fría;
aborrezco del sol los resplandores;
me fastidia el aroma de las flores,
y el Verso, de trivial monotonía.
Ya de mis sueños espanté la tropa;
el dulce gineceo está vacío
e hice pedazos la murrina copa.
Ya mi vida transcurre indiferente,
mientras muerde mi espíritu sombrío
el taedium del romano decadente.
***
Toto corde
Fui poeta, Don Juan, aventurero:
supe del beso, del laurel, del vino,
y cometí algún torpe desatino
como el enflaquecido Caballero.
Mas, me turbó el olor del limonero;
el verde lauro se trocó en espino,
y deshizo mi yelmo el Mambrino
del hábil bachiller el golpe artero.
Hoy, tras las aventuras del pasado,
quiero ensueño y quietud: estoy cansado
de haber gozado y padecido mucho;
y para vivir tan sólo de mi anhelo
ver un paralelogramo de cielo
desde la muerta paz de mi cuartucho.