literatura venezolana

de hoy y de siempre

Poemas de Valenthina Fuentes

Oct 21, 2024

tú inscribes sobre mi piel
las grietas del asfalto
el ardor del acero
la cicatriz de pólvora
el agrio rumor de motores
el hollín de las ruinas
de las ruinas del cielo
tú inscribes
cenizas de bandera
las manchas de aceite
la tinta
plomo entre los huesos
una máscara de humo deformándose
el impávido vilo de aves de rapiña
su lento hincar sobre la carne
tú inscribes
marcas de oscuro en nosotros
mi lengua rota
habla de muertos
al borde de un océano
mi herencia trunca
tú inscribes
tizne de ancestros
la mordida condena
espectros de la voz
viejos tizones
tú pactas con sangre
tú sellas
nuestro silencio
repetir lo mismo
mascullar de los pájaros
graznidos
nuestra espera
de la lluvia y la luz
del fruto
nuestra espera
de pulpa de los cuerpos del aire

***

lejos
quedaron nuestros templos
el hilo de aire que traspasa
reverencia y mutismo
lejos
en el andar torcido
el andar imposible
la tranca
el pecho turbio de bocinas
el aire sórdido que estanca
una impresión de abismo
en cercanía
la percusión de las cornetas
los rieles y los huecos
de las voces sin término

lejos
motores y sirenas
tejen
decibeles de sol
en el ritmo compacto de las pieles
en la polifonía del miedo y de la risa
en el tumulto grabado en cada cuerpo
en la mezcla indeleble de sonidos
en la herida de brasa
en la quema
sin nombre
de todos los que hemos sido expulsados
del paraíso

***

hace un calor de lluvia
que no deja

si lloviera
y mi cuerpo amainara la urgencia
de su vilo inconforme
y al menos dejaran de escucharse
los fantasmas en el cuarto de al lado
y dejara de enterarme de las alarmas de los carros
de las sirenas
del murmurar de motores
de los monólogos de adictos
que van y vienen por esta misma acera
y ya no importara nada

si lloviera
y el agua se hiciera tinta entre las calles
y su escritura de hollín limpiara las paredes
las rejas y el asfalto
y le contara algunas cosas a las alcantarillas
y chorreara en la noche toda esta oscuridad
que también en el día nos golpea

si lloviera
y mermara el estruendo de las luces
por el barniz translúcido del agua
y lentamente se borrara la nitidez de los contornos
los anuncios los semáforos
los afiches publicitarios
las vitrinas repletas de no se sabe qué
las verjas los cerrojos

pero no hay nada que hacer
sino esperar
que comience a caer
la tinta que nos lave

***

Pues no teníamos casa
tanteábamos una morada en la brisa
aún tanteamos
aún las paredes son de viento y luz
intentamos recordar sus relieves
intentamos, entre las voces sueltas, recordar
dónde guardamos las llaves, el temor y la calma
lo inasible
una grafía perdiéndose
una casa en el aire
un nombre
como si aquellos gestos nos salvaran

***

Sombra con sombra
nos dábamos la espalda
nos reuníamos allí
donde no hablábamos
donde no sabíamos hablar
estuvimos
bajo el ramaje de noche
desnudos
cada uno rogaba a un dios distinto

***

Te quedabas ahí
entre las frases bellamente dichas
flotando
sin cuerpo
sobre la nada de los nombres
sobre la nada de los hombres
y yo rogaba tartamuda
con mi cuerpo sudado
entre escaleras mecánicas
en el cemento
con el músculo estirado y tenso
por el hambre
con mi carne contada
tú buscabas las palabras más pobres
para decirme
y usabas palabras nobles
que no pudieron tocar nada

***

Sumergida
bajo la sombra de los párpados
tantear la transparencia
la figura
la estela disipada enderezando
en el brocal del sueño
sus murallas de imágenes disueltas

Nebulosos escombros sujetados
al umbral del misterio aún palpable
residuos de memoria que endurecen

Asir el aire, el sueño,
como un soporte arrugado que apresara
la tensa ondulación del silencio
agitando sus alas temblorosas

Lo incierto teje lentamente
su velo cubre todos los cuerpos

Aún naufraga el otro despertar
la inercia en la caída
siempre por acontecer

***

Nada retienen los labios
dejan correr
heridas de agua
heridas de la luz en los ojos
temblores
nuestra herencia del tiempo
nada retienen
las manos
aprietan
esta sombra cosida que juega a deshacerse
este errar que hace trazos
estelas

Sobre la autora

Deja una respuesta