literatura venezolana

de hoy y de siempre

Poemas de María Teresa Ogliastri

Ago 30, 2024

LA LUPA DE MI PADRE
Olvidaste la lupa sobre los mapas

ese adminículo cristalino
regaló palabras al ciego

quiero reparar ese olvido
y acercarte la serenidad de tu Biblia
cruzando las serpientes de agua

la pista
un sueño roto de infancia

las huellas apuntan hacia el Polo Sur

bajo el amparo de mis deidades
hallaré tu morada en el hielo

***

LA RATA DEL TEMPLO
Una rata blanca y nutrida
recorrió el laberinto

inesperada
insatisfecha

un mago sin capa

siempre venía por la espalda
robaba mis ideas
mis escritos

polizón por las grietas de la psiquis
mi sombra

coloqué el veneno en un trozo de pan
y cerré la entrada a la cueva

no sabía que ella significaba abundancia

el crimen desató el hambre
el ser caníbal
la gente a mi lado
se llevaba un mordisco completo

aprendí a orinar contra la luna
a roer metales
por eso ataqué a la cabra

y dejé su cabeza seca

***

MISERICORDIA
Hoy mi padre perdió el juicio
comenzó a lanzar amenazas
armado con su bastón

olvida que hace diez años vivimos juntos

llamo a la puerta de mi vecina
hay que internarlo

llega la ambulancia
al entrar los hombres de blanco
ve ángeles

-Mi hija quiere envenenarme

atravesamos el jardín de la clínica
ruega que no lo deje

-Me voy a portar bien
quiero irme para la casa

cuando me despido
decido no mirar atrás
pienso en la mesada para comprar libros
en la canoa de madera ahumada
donde viajé al Polo Sur

aunque me resisto
la mano de la misericordia
me hace volver la cabeza

sobre la ciénaga seca
el cielo rojo enciende la montaña
y un dios encadenado ruge dolor

si desaparece el relámpago
si ese rayo silente decide no volver
¿adónde irán las luciérnagas a titilar el mensaje?

***

CARTAS NÁUTICAS
A Eugenio Montejo

Trabajé con mi abuelo el caucho y fabriqué luciérnagas de cera
para iluminarme si hablaban las hojas
cuando pensaba en mi viaje al frío

heredé su errancia
su habilidad para dibujar cartas náuticas
fabricar instrumentos de árbol que me servirían
en mi viaje al perdón

***

LA FLECHA
A Rafael Cadenas

El poema es la flecha que tamiza el miedo
represado en el falso pudor del espejo

el poema perfecto nace en el aire
de ser posible debajo de un nido

circula en la sangre con la fuerza de un tsunami

la mano se extiende y tensa el arco
la cuerda guarda la distancia

coloca la flecha con la frialdad
de un arquero entrenado para morir

la palabra penetra la corteza
la delgada filigrana del vuelo

la mano recoge el poema
lo coloca sobre una mesa de frutas
disecándolo como si fuese un animal extinto

el poema es la flecha que tamiza el miedo

***

BROTES DE ALFALFA

Mi madre era de bambú
cuando la brisa movía su falda
veía las marcas en sus piernas delgadas

mi padre tomaba la cintura de sauce
y la zarandeaba como una marioneta sin hilos

la última concubina
haría todo el trabajo de la casa
si no tenía un hijo varón

los pies de mi madre eran una carreta
andaban andaban andaban
sin cansarse

la recuerdo tumbada en la hierba
cerca de la pequeña alberca
donde nadaban los patos

con una jarrita de porcelana recogía agua
y me acercaba hasta donde ella estaba
para regar cada dedo
cada brote de alfalfa

fue la única vez que la vi sonreír
ese es el recuerdo más antiguo que tengo del amor

***

ENSÉÑAME ÁRBOL

Un rayo de luz cae sobre mi caja
en ella suceden cosas
en ella reposa el circo de mi amo

sólo aspiro el perdón del árbol
que el ruiseñor esté pendiente de las hojas

el crimen no afecta al árbol
está cautivo en mis ojos
en las ramas y en sus frutos

cuando pasen las grullas comenzaré la poda
y en primavera vendrán nuevos brotes

ahora exhibe ese aspecto de madera muerta
que da la impresión de que fuese muy viejo

enséñame árbol
la quietud
para atraer a los pájaros

***

LA CAÍDA

Un mundo distante y ajeno
arcano tiempo misterio
nos obliga a detenernos
remolino de ecos nos absorbe
tragándonos hasta el fondo

y así vamos
uno en otro zambullidos
succionados hasta el miedo
atraídos por la fuerza de las aguas

cayendo.

***

EXTRAÑAMIENTO

Asentarme
tocar fondo
o avistar otro paisaje

arrojada entre mareas
subo y bajo
descentrada
errátil
sin ancla
ni arraigo.

Cuando menos lo espero
un imprevisto
otra vez a emigrar
esconderse
esquivar escollos
desear ser almeja
no pensar
molusco acéfalo
devorada por hombre o pez
¡qué más da!

Sobre la autora

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