literatura venezolana

de hoy y de siempre

Poemas de Celsa Acosta Seco

Oct 12, 2024

Una noche con Paúl Celan

Todo aquí parece cavar.
Una mano esparce cuentas de hierro
sobre la mesa.
Un mar calla
adentro de tus ojos.

Alguien talla
una rosa de sangre,

Alguien que no puedo ver
está cavando
detrás de la pared
siento su voz de piedra.

No debo pronunciar tu nombre,

afuera
un pájaro
hunde su vuelo en la noche,
afuera
otro pájaro deambula
en las ramas de un Nim.

Escurro el sueño
en la mecha de una
vela,

sopla el viento
su trompa de fuego
para encender los párpados.

*

Otra que no está aquí
amasa los ojos del mundo
en su vientre,
no pronuncia tu nombre
Sólo dice

«En las largas mesas del tiempo
beben las jarras de Dios”.

Siguen cavando

al otro lado de este cuarto
yo
de espaldas
rezo pegada a tu cuerpo
Señor.

*
Cada quien tiene un corazón
inconsciente de presagios
de señales de alerta
que llaman el milagro.

Cada quien amasa su propio resplandor
y devora la bestia en el claro.

Cada quien cree modelar entre los dedos
el tiempo de las espigas,

cada quien persigue el coraje
de su presa.

***

Sueño del estanque

Desciendo a mis pies.

Una hilera de árboles
lentos se esparcen
van atravesando
el agua de tus labios.

Desde aquí
un pájaro
con los colores de la llama
hace morada en la rama de un Jobo.

Place su largo griterío
su entrada al sueño

espejo es el alma de él.

Ven y conócenos
ventúranos con tu fuego

Espera

aún no te arrojes
al cálido paisaje,
danos el sabor
de la fruta probada.

Ya los pies
no son lugar
para descender.

*

Después de la aridez
entre horas secas
y vapores
amanece en esta ciudad.

En la cama
aun con el sopor
que dejan los sueños
junto mis pies
para iniciar el salmo
de los buenos días al Señor.

Frente a la ventana
un alto Nim
desprende agua y semillas
ojalá pudiera yo
desprender lo que llevo.

Ahora
apretados aquí
instantes, momentos
se suceden

duele abrir la pena
lo oculto
bajo el tránsito de las horas.

Huérfana de mí
me coloco en el punto: el límite

Cómo cerrar los pasos
si todo se desborda
y nos somete al desamparo,
a los desprendimientos.

Cómo guarecer al corazón
Dónde la alta morada.

*

Partimos
sin decir adiós.

Bajo el tránsito de los árboles
el corazón resistirá,
en su músculo
el amor
mora jubiloso.

Siempre cantaremos
el nombre de Eurídice
vibrando íntimos
sonoros.

Digo,

que no hay partida
que conduzca al mundo de lo oscuro

sólo se anda
la tierra que nos cubre,

mirar hacia atrás
es cegar la espera.

***

Al silencio

Más allá de la rosa y la raíz
algo vacía los cuencos
lo terrible entra por los pies

da miedo estar al aire

dónde guardar los maderos
ellos salvaron mi edad

da miedo volver adentro

dónde el mar que me detiene
desamparo del sentido

lo fatuo viene con la noche

dispongo
antifaz y disfraz para el que llega

si el alba trae los tallos
habrá ceremonia en la casa

si el día huele los frutos cortados
dejará sin aire y sin árbol

da miedo

pero me atengo a la espera.

***

El espacio cerrado

El espacio cerrado
que una vez ocupó la lámpara y el espejo
tiene la lentitud gestual de mi cuerpo.

Cómo entreabrir el verso
y asistir a la misteriosa movilidad
de un territorio guardado.

La memoria
máscara de la sonrisa,
nada nos ayuda.
Persistimos en lo finito necesario.

***

Ultima respuesta

A la luz de estas horas
un mar vuelca mis ojos
hacia la noche

un aire remueve las arenas del sueño

me cubre la rabia de los dioses
como señal segura
que una muerte comienza

cerrada a la pasión
me hago a tu nombre
como piedra viva en el cuerpo
lanzada al vértigo de tus besos

en el hueso de eros
me reconoces grávida de palabras
buscando como llenar la copa de los días
necesidad de mis manos
ansiedad y lógica en tormento

voy en dos mundos
dos voces
y en la rebeldía de un orbe
que no

***

De lo afuera

Más allá de todo esto que nos cerca
esta el agua
que brota como sed…

en la memoria como vetas mudas
las fisuras permanecen
siempre estarán allí…

el agua pasa rauda como desafiando las piedras
las palabras se adentran en la piel
se precipitan en espirar
hasta dar con la cabeza

herida por el viento…
llama de la palabra,
expulsa la ruina
que el polvo deja en tu voz
y desciende al agua soñada,
a la esencia de la tierra

habla de los enigmas
que ceden al deseo,
agota el nudo movimiento
sólo un gesto

***

Quebraduras

Si apareciera una raíz
llevaría las vasijas,
los cuencos,
los potes
hasta las crecientes del río

de bejucos haría la casa

si aparecieran flores
bebería gota a gota su néctar
vestiría de pistilos y pétalos
pondría en mi boca una cayena

dónde estará lo grande
dónde permanecer

la sombra hay que saberla llevar

en días que ahora son instantes
he visto cómo los frutos del Nim
vuelven a la tierra

quizás deba esperar
los últimos fuegos del verano

todo me fue dicho

será un relámpago la huella.

Sobre la autora

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