Lucila Velásquez
DÍAS DE BALCANES
Yo venía de muy lejos
eran días de balcanes
cuando la nieve y una estrella
cayeron en mis manos
por primera vez
hundiéndose en un dedo la memoria
cambiándose el sentido común del horizonte
el pulso en mi reloj
desde entonces escucho
sutiles cuentos de pinos
con un olor
a antiguos amantes
y cabañas
aprendí a talar las horas
como robles distancias
y en un eco
encontré una palabra perdida
la tomé para mí
era decir mañana
es aquí estoy
en el Parque de la Libertad
susurran nieves cazadoras
que atrapan la extraña forma de mi voz
no me conocen todavía
pero no he llegado tarde dicen
voy con el tiempo
pisando hojas de memorias eslavas
reunidos todos los cruces de caminos
que hay en mí
devueltas a mirarme lejos
las últimas luces de aquel país
en la Avenida Lenin me perdí
me hallaron varios rostros conocidos
de la Plaza Bolívar
me dijeron adiós como quien ve soñar
tomé la mano a una niña de Plovdiv
y ella me dio una carta
de aguas del Mar Caribe
cuando los ríos de las costas caen en él
que alegría
por fin saber de un por la mar de perlas
de rostros de oro negro
de selvas ramazones y veranos
como estas cosas que ahora me rodean
con un largo muro bizantino
donde tender los pensamientos
mi nueva vida nocturna
subiendo a los Balcanes
bajando por vestigios de la Piedra del Medio
con un ruido de adentro
de acentos como el llano
viendo correr mis pies
la nieve juega entre ellos
hace casas en mi corazón
con ladrillos de Varna
y techos de Maracaibo bañados por el mismo sol
cuando ser humanos
es una sola palabra entre los hombres
entre labios de pueblos
guardado el secreto de la vida
como viejos amigos
así como ahora estoy
con eslavos que ya me llaman Olga
macedonios escintios tracios serbios
búlgaros de Kulata
griegos de Promathón
habiéndoles de ustedes y aquel río
de las aguas que he abierto
Tuy
Orinoco
Arauca
quería decir lo mismo
aquello que de pronto nos une todavía
cuando la Mesa de Guanipa
se tiende a sol amante con el viento
del este de la arena
a unas aguas del sur
y alguien la escucha
a veces
en aquellos manglares de Apurito
con mi nombre a secas
con mi cuerpo a rastras
con mi olvido turbio
lleno de fríos bajo cero
y una lengua ya extraña
que calienta en mi voz
más arriba que el odio
o ilesa
echada al suelo mi alegría
más abajo
que toda la carga de conciencia
con que una vez me dispararon
a esa sien tan oculta de soñar
se vieron
los ojos dieron quehacer
a tantos -paisajes fugaces
a cuantas maneras distintas
de estrecharse la vida
y la voz
el pulso como el andén lleno de gentes
la única palabra posible
la traducía el viento
era ininteligible
EXTRAÑAS FORMAS DE SER
De repente la vida tiene
extrañas formas de ser
y somos próximos
a una tormenta del Pacífico Norte
con el agua al cuello
una botella llena de sueños de grandeza
con el Triángulo de Bermudas
desatado en el ojo de huracán
inescrutable
a un intento de fuga antes de tiempo
sin poder llegar a la hora
cuando anunciaremos nuestra salvación
cinco minutos antes
cinco veces justas
antes de habernos arrepentido
de abrir
a boca de jarro
este pedazo duro de conciencia
con tantas llaves inútiles
con personas en la vía
con algunas palabras
echadas al suelo
a prueba de balas
o silencios
para decir la verdad
gritando
que alguna vez hemos estado juntas
la mala hora y yo
tendidas en un puente
de protesta
o de gracia
por donde pasan y pasan
esas hordas violentas de esperanza
o gritos de condenados
que el aire pega
a las pestañas de los indiferentes
a la hora
cuando todos salen de las fábricas
con un día menos
con el dedo de un salario roto
o del tren en marcha
con una urgencia de haber llegado tarde
y hasta confudidos con ellos
en una taberna herida
de bandidos de «black tie»
se vieron
los ojos resbalaron juntos
hicieron un pacto las bocas cerradas
ya se habían amado de súbito
cuando el viento llegaba
y se abría una palabra
VIENTO DE ATENAS
Viento de Atenas
viento turbulento
de aguas mediterráneas
de la noche
viento de partenón estremecido
de una parte de ayer
de otra conmigo
viento de Atenas
perfil griego al viento
apenas llego
le urge indagar mi frente
la hace profunda
y toda
cubierta de corintios vendavales
Atenas amor mío
dejadlos subir al propileo del viento ático
del polvo acrópolis
que esparce el mar
ahí donde el agua recoja unos labios
y un discóbolo abierto
labios amantes?
labios argonautas
labios mediterráneos
o egeos labios
ALGO MEDITERRANEO
Esas calles
con ojos de ver lejos
áticos
tienen la estricta norma
de seguirle los pasos
a mi nueva persona
hurgan en la manía de mis sueños
hasta encontrar
alegres
las ganas de vivir
con que amanezco
es sangre pegajosa
esta alegría
a mí adherida a todas partes
salpicándome a veces
la tristeza más limpia
como de tiempo de antes
algo mediterráneo
me ventisca
hace frío pero siento
que un rumor de las olas
abre un puerto
que otro rumor más cerca
da calor a mi cuerpo
él arrancó raíces
a una palabra griega
que aún crecía de las ruinas
de los dioses
ella en el partenón
halló una gracia
de nuevas
puras
formas
talladas
en las piedras que la asombran
era como el pasado
mojado en los hollines
de las revelaciones
era como el presente
acariciado
en la dulce barbilla de un augurio
ACANTILADA
Mar de Thessaloniki
mar bizantino
azul mural con ojos de ánfora
he visto el fuego olímpico
saliendo de tus costas
de sirenas
y astros
he mirado a los dioses
al fondo irreversible
de algún destello azul marino
de tus playas de sedas orientales
llegué sin darme cuenta
y estoy acantilada
de amor
a mar abierto
y las piedras más altas
a la margen del Ebro
él dejó una palabra
que ella una vez le diera
él podría quizás necesitarla
si el río
en una noche de crecientes
quedara muy atrás
debajo de una piedra de soñar
que piense que ella puede estar adentro
los ojos de él y ella
todo el color egeo del mar
DE PAR EN PAR
Pueden quebrarse muchas cosas pensantes
oscurecerse algunos días
desaparecer formas de lámparas
pero la vida tendrá siempre algún pigmento radiante
ese ligamento duro
humanizado a roca viva
de luces
o alegría
es lo que hace regresar la confianza
al punto de partida
la experiencia a su concha de nácar
el olvido ventisco
y el perdón en la intemperie
a esa hoja seca que los cubra
y hasta es posible abrir el sobresalto
de viga a puertas
de sueño a sueños
de par en par
él y ella constantes
respiran cúpulas góticas
anillos de saturno bizantinos
y una ortodoxa mariposa
posada en el Arco de Triunfo
del Parque Herastrau
les llama el lago
a una hora precisa de flores les encuentra
cargados de domingo
amanecientes
les va guiando los labios
los pies juntos amánticos
con esos ojos profundos
que quieren decir algo de aguas
de silenciosa palabra
que viene a la orilla
BAÚLES DE LA ABUELA
Contienen doradas esencias
que ha transpirado a veces el pensamiento
y fueron ensamblados
de resinas
a largas distancias
como palo de rosa
a madreperla
que puedan ser invulnerables a golpes radiantes
contra esas piedras adentro
del corazón
acantilado lejos
a mar inalcanzable
del retrato
el cuerpo entero inmergido en una gota secreta
andan por siempre
sueltos
los cabellos de prisa y calma oscuras
peinándose a lo largo
o al centro de la vida
brillando más adentro que las constelaciones
más suaves junto al cráneo
con su lágrima viva
no se perdió la altura
al caminar erguida de montañas
o espaciosa de cantos rodantes
tranquila de llanuras
se quedó muchas veces
busquen la soledad en cualquier parte
menos en las copas de tallo compacto
ni en el diamante con forma de constancia infinita
algún plato de fuego
y porcelana
ha de tener la proporción exacta
del relieve de un sueño
y todavía
desplegados se prolongan los pasos
de sedas
a palabras
que murmuran tapices
no debe descartarse un día libre
dejando a la alegría
columpiarse en los palos de rosa
y sin embargo
cuidado si se cae de tristeza
desnuden la belleza
en los cuadros de arte
y si buscan al fondo
verán arrodillado a un día de gracias
les quise presagiar la inmensidad
en el camino recorrido
desde el jardín al viento
o en el fuero más íntimo
con que un pájaro viene y se posa en su canto
seguro que esos trozos de metáforas
estarán muy atados a nudos inasibles
de mi sangre y la casa
mientras pestañas arcoiris labios
de amores sueltos
deshilados
pueden darle esa pátina a la cubiertería
hay un alrededor del alba adentro
y se oye el continente de la vida
extendiendo las manos
y los puentes
les digo que los crucen sonriendo
y muy despacio
procuren indagar
de hallazgos
a pensamientos inconclusos
no rompan en color cobalto inolvidable
ni el dorado al relieve de una noche de triunfo
que todas esas cosas que huelen a baúles
y destellos
tienen una conciencia de madera profunda
más adentro que el palo de rosa
más al oriente de la madreperla
a la altura del aroma
extendieron los días y los fuentes
a la altura del aroma
construyeron paredes de los cárpatos
a la altura del aroma
levantaron los ojos y las frentes
a la altura del aroma
rodearon los muros palpitantes
a la altura del aroma
sostuvieron la casa
a la altura del aroma
encontraron la puerta
a la altura del aroma
entraron al salón de los espejos
a la altura del aroma
apagaron las luces y otros astros
UN PENSAMIENTO INCONCLUSO
Acostumbrada al polvo
de una palabra clara
aún puedo pisar este verano de la tierra
crecerle brazos y proyectos
darle a beber el agua de este irrigado canto
sin quitarle a la sed
sus sentimientos
dormir con las palomas
en un buche profundo
tender los puentes a los cuatro vientos
ir a campo traviesa
de la meditación contemporánea
sólo con señales heroicas
de haber vivido
siempre entre ceja y ceja
de haber tenido muchas veces
ganas de apresurar
un largo pensamiento inconcluso
el muro de berlín caído entre mis manos
perdidas todas las llaves
del teatro nuclear
abiertas ya las puertas de las Cinco Nubes
con pies ágiles
de esbelta flor
cruzar ahora sonriendo el Jardín de las Cien Hierbas
y limpiar en la noche los poros de una estrella
para curarle hongos de mis sueños
llenos de humos que propagan
desperdicios
racionales
naves
cósmicas
flabelífero
el corazón ausculta los latidos
en los alrededores
de él y ella
y en ciertas ceremonias
intercambia las dudas y las palmas
estrófico
el corazón tiene su gesta
en la sangre de ellos
apoteósico
el corazón camina un día
y una noche con ellos
colirrojo
un ruiseñor se oscurece
como el corazón de ellos