Franklin Hurtado
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sacuden las patas
de la cama se hacen
las sombras
trajes de hombre
y andan la calle
por cuidado consigo
un cortejo de perros y gallos
de su bolsa de cuero
el cuatro de la abuela
más nadie canta en el patio
ni rebota pelota de goma
contra la tapia del fondo
tocan callados
dedos callosos
la canción del encuentro
pero tú eres otro sordo
ya te han marcado.
5
porque te escondes
porque has dejado la casa
no has matado la culebra
como debe un hombre
por la cabeza
pero has invadido su nido
11
enséñame a correr
cuando suelten a los perros
o rompas la ventana
por estar bateando piedras
enséñame a comer
la pulpa con la cáscara
todavía no
me he vuelto
sombra
enséñame a pelear
me esconderé en el tanque
para que no me oigan
mientras tú preparas
el filo de los puños
mátalos a todos
no me dejes solo
que me despedazan
y el calor no ayuda
mi coraje es sostener
el rostro sobre el agua
13
no sostiene columpio
ni fruta con gusano
no hace puente o escalera
a otro cielo
pelotas cuchillos
muñecas sin cabeza
como ofrendas
en los techos del pueblo
con kerosén secaron
entre sus ramas saltamos
hacia la tierra colgados
con los pies en péndulo
monos decían
20
como al pescado
le peinan escamas
con cepillo de clavos
y bañan con sal
para conservarlo
frágil al sereno
así debería
guardar esta casa
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entonces te subo
a mis hombros
y salgo a la calle
pendiente de baches
y de ladrones
que no serás un caballero
que no mantendrás a la familia
ahora dirás con nuestra
lengua amarrada
a nadie interesa
esta casa de pobres
la travesía incómoda
en mis hombros
a nadie interesa
ladridos y escamas
que no pondrás de nuevo
los pies en el piso