Vanessa Márquez Vargas
II
Suele la noche
en sus alas transportar
indignantes fieras
en busca de carroña,
y solo
encuentran a
Una;
Festín
para domingos
calurosos.
V
Una
se queda parada,
así, de pronto
frente al cuadro.
Una
mira a todos lados,
montones
de cabezas multicolores,
piedras de agua
golpeando la ventana,
Una
así, de pronto
lleva horas
masticándose la carne,
sin tragarse,
sin saborearse.
Una
así, de pronto
comienza
a contar
vidrios rotos,
masticando rápido,
y ya no hay
cabezas multicolores,
ni piedras de agua
Una
así, de pronto
ve solamente
pedazos
de hombre
llorando en la ventana.
XVIII
Éxodo
Una
es iniciada en el caminar lento de las sombras.
Una,
habitante de carnes prestadas
es desprendida del alba,
sembrada en tierra quebradiza.
Una,
ha despertado para emular a los perros realengos,
para cazar pájaros.
Una,
ha despertado del sueño, del polvo.
Una,
No tiene amo.