Milonga del Poeta Mar
A Orlando Pichardo
Capitán de navío en su asombro infinito
Hoy no es cualquier día
Para los astros y las flores
Para los pájaros y las abejas
Hoy no es cualquier día,
Es día para oficiar la vida
Es día para celebrar el asombro
Y escribo así
Para no desangrarme como milonga en hastío
Como soles sin sus vidrios
Porque todos se han roto en su ocaso
Escribo así
Con versos prestados de un espíritu que nace
Crece con las selvas del mundo y se van calles a bajo
Con sus mujeres pasadas, sus licores y sus gritos
Se va con los golpes de la vida y a ellos les canta
El Poeta Mar se queda con sus aguas cenizas
Con su camarada del silencio
Con los vacios del borracho se queda y los convierte en canto
Con las putas más bellas les decora un canto,
Ese hombre nace y es poeta
Con sus botellas en Nueva York, con sus tabacos en el Manteco
Con sus páginas en blanco construyendo el Deseo
Pintando en versos Magdas Marinas
Su Asombro perpetuo.
Hoy es día de cantos y cayenas
De nadar en espumas con ella
La palabra que tengo
Y me endulza entre claroscuros del tiempo
Hoy es día de vientos y arenas
De memorias y renaceres
Dejar a Rancajos todos los olvidos de la noche
Y bebernos en esta Simbiosis poética
Que alza su copa entre guitarras y versos
Bailarnos con este ventarrón y aceitunal
Volar y volar y volar
Como un Lea, que nos exige el soñar
Hoy es un día para amar
Despuntar la Principia como Patrimonio del mundo
Recoger de la Mar todas las olas
Y zarpar, zarpar, zarpar,
Con viento a favor
Reconciliar lo real y lo imaginario
Para que en teatro perdure la magia
Y tuyo sea el canto del pájaro
“el viento y la fuerza de la mar”
Hoy sencillamente es día
Para cantar los Calendarios secretos
Viajar sin soledades
Con las visiones de Sol
Estas que deparan con alba
Los senos de una mujer amada
Vestida con aguas de luz
Hoy Poeta
Es día para regar las flores de Edgar Lee Master
Y despachar lo marchito de su epitafio
Es tiempo de danzar con el saxo del ciego Willis
Celebrar la xenofilia con tambores y vodkas
Elogiar la palabra con Álvaro Montero
Y tú amigo el Chino
Hoy es día de las Ofrendas al asombro
Que Dios nos entrega sin pasmo
Para celebrar este nuevo amanecer del siglo
Con ella: la palabra
Con tu verso, Capitán
Con tu verso,
Porque
“ aunque es breve, muy breve
te pertenece, también,
el fugaz instante de la vida”.
¡Salud! Viejo Lobo
Padre y Amigo eterno, que siga la fiesta en tu corazón florido
Que siga la guaracha y el poema en tu noche de copas infinitas.
Tuyo: Neybis Bracho
Poesía,
Refugiame en el centro de la palabra,
Sálvame del tedio y del abismo
Oficiame como canto,
Como fuego
Como horizonte.
Nací con Bandera Propia
Soy el estruendo de un sueño que ató la melancolía y la hizo flor. El pervertido juglar de las desobediencias, vuelo triunfal de una mariposa.
Soy el degüello de una saeta en el blanco de tu cuerpo, sin trizas ni polvos
Soy también éste fuego que incinera tus ojos y tu voz para el oscuro recuerdo.
Soy quizás la selva y la guitarra, la serpiente en tu manzana, apenas mordida en tu silencio.
Soy a según de tu odio, el mal poeta, el falso, el denigrante, el mal incendio hecho licor en los labios de todas mis amantes.
Soy la canción perdida en las manos de un fauno, el potro veloz en los riscos de la amada, la playa fugaz en los senos de mi patria.
Soy lo pertinaz y lo permanente. No me fugo de mi país, porque nací con bandera propia.
Soy el molino de vientos sin derrotas ante el hidalgo, la espada de Bolívar envuelta en el brasier de un beso en el sur.
Soy todo y nada, angosto camino de bestias, cimarrones, soldados lujuriosos….
Soy eucalipto en plena lluvia, testamento en plena muerte, el destello en el colmillo y el relámpago entre tus piernas.
Soy un verso perpetuo en la pared de barro, donde aguarda un antiguo amor, la novia de mi infancia, el juguete sin dueño, sin prisa, sin sol.
Un Trozo de Historia.
Traigo en mi puño alzado
Un trozo de historia y de caminos,
Me acompaña el trinar de pájaros y las piedras calcinadas,
Son carbones de vientos
Perseguidos y ultrajados,
Así se formó mi pueblo,
Y a pesar de la desventura militar,
El cují guardó nuestro secreto de alambique furtivo.
Tierra y fuego, carbón y viento,
Hicieron del agave
La ancestral alquimia del universo,
El canto profundo del campesino en busca de su alba,
Porque detrás del sol
Espera un fermentado sueño
Una metáfora destilada,
El infinito movimiento del serpentín y la esperanza.
Traigo en el mapire una penca de horizontes,
Un canto libre de aves fugaces,
La mirada longeva de una abuela en el monte,
Porque nos pertenece la polvareda que nos curte,
Los milenios de voces
Originarias
Traigo en mi puño alzado
Un trozo de historia y de caminos.
No permitas que te calcine la brevedad,
En estos raudales de espinas,
Que te hundas en las rendijas de la pared
Que hiende la noche.
¿Los has liberado del peso de tus palabras?
Juan Calzadilla.
Escribo pájaro para tocar sus alas,
Para sentir sus latidos de cada letra.
a J. M. Cruxent
Y mis manos se hicieron barro
Cuarteadas de brisa y playón
Buscando el cause
de la quebrada perdida.
Mis manos, desde siempre han sido
clara escritura
Lítico aliento de polvo,
Símbolo forjado,
Línea aferrada a la piedra,
Habitando el ser.
Cómo traducir las reminiscencias vividas,
!Todas¡
En mi cabeza solo habitan bocetos oscuros
ortigas de acechantes espinas.
Escribo, siempre escribo,
Dentro de mí no quedarán ruidos,
Tampoco vidrios ni escombros,
Si no éste río que se hace verso
Y vuelve conmigo.
a Gustavo Pereira
Aún sigo aprendiendo
El hermoso arte
De soltar amarras.
Desgarro la piel y
la osamenta de un caprino
Sin sueños
Y aunque su balar quedó
Entre las tunas,
Mía también es la culpa
Afilada en la piedra.
