literatura venezolana

de hoy y de siempre

Poemas de Neybis Bracho

Jul 24, 2022

Milonga del Poeta Mar

A Orlando Pichardo

Capitán de navío en su asombro infinito

 

Hoy no es cualquier día

Para los astros y las flores

Para los pájaros y las abejas

Hoy no es cualquier día,

Es día para oficiar la vida

Es día para celebrar el asombro

Y escribo así

Para no desangrarme como milonga en hastío

Como soles sin sus vidrios

Porque todos se han roto en su ocaso

Escribo así

Con versos prestados de un espíritu que nace

Crece con las selvas del mundo y se van calles a bajo

Con sus mujeres pasadas, sus licores y sus gritos

Se va con los golpes de la vida y a ellos les canta

El Poeta Mar se queda con sus aguas cenizas

Con su camarada del silencio

Con los vacios del borracho se queda y los convierte en canto

Con las putas más bellas les decora un canto,

Ese hombre nace y es poeta

Con sus botellas en Nueva York, con sus tabacos en el Manteco

Con sus páginas en blanco construyendo el Deseo

Pintando en versos Magdas Marinas

Su Asombro perpetuo.

 

Hoy es día de cantos y cayenas

De nadar en espumas con ella

La palabra que tengo

Y me endulza entre claroscuros del tiempo

Hoy es día de vientos y arenas

De memorias y renaceres

Dejar a Rancajos todos los olvidos de la noche

Y bebernos en esta Simbiosis poética

Que alza su copa entre guitarras y versos

Bailarnos con este ventarrón y aceitunal

Volar y volar y volar

Como un Lea, que nos exige el soñar

 

Hoy es un día para amar

Despuntar la Principia como Patrimonio del mundo

Recoger de la Mar todas las olas

Y zarpar, zarpar, zarpar,

Con viento a favor

Reconciliar lo real y lo imaginario

Para que en teatro perdure la magia

Y tuyo sea el canto del pájaro

“el viento y la fuerza de la mar”

 

Hoy sencillamente es día

Para cantar los Calendarios secretos

Viajar sin soledades

Con las visiones de Sol

Estas que deparan con alba

Los senos de una mujer amada

Vestida con aguas de luz

Hoy Poeta

Es día para regar las flores de Edgar Lee Master

Y despachar lo marchito de su epitafio

Es tiempo de danzar con el saxo del ciego Willis

Celebrar la xenofilia con tambores y vodkas

Elogiar la palabra con Álvaro Montero

Y tú amigo el Chino

Hoy es día de las Ofrendas al asombro

Que Dios nos entrega sin pasmo

Para celebrar este nuevo amanecer del siglo

Con ella: la palabra

Con tu verso, Capitán

Con tu verso,

Porque

“ aunque es breve, muy breve

te pertenece, también,

el fugaz instante de la vida”.

 

¡Salud! Viejo Lobo

Padre y Amigo eterno, que siga la fiesta en tu corazón florido

Que siga la guaracha y el poema en tu noche de copas infinitas.

Tuyo: Neybis Bracho

 

 

Poesía, 

Refugiame en el centro de la palabra,

Sálvame del tedio y del abismo

Oficiame como canto,

Como fuego

Como horizonte.

 

 

Nací con Bandera Propia 

Soy el estruendo de un sueño que ató la melancolía y la hizo flor. El pervertido juglar de las desobediencias, vuelo triunfal de una mariposa.

Soy el degüello de una saeta en el blanco de tu cuerpo, sin trizas ni polvos

Soy también éste fuego que incinera tus ojos y tu voz para el oscuro recuerdo.

Soy quizás la selva y la guitarra, la serpiente en tu manzana, apenas mordida en tu silencio.

Soy a según de tu odio, el mal poeta, el falso, el denigrante, el mal incendio hecho licor en los labios de todas mis amantes.

Soy la canción perdida en las manos de un fauno, el potro veloz en los riscos de la amada, la playa fugaz en los senos de mi patria.

Soy lo pertinaz y lo permanente. No me fugo de mi país, porque nací con bandera propia.

Soy el molino de vientos sin derrotas ante el hidalgo, la espada de Bolívar envuelta en el brasier de un beso en el sur.

Soy todo y nada, angosto camino de bestias, cimarrones, soldados lujuriosos….

Soy eucalipto en plena lluvia, testamento en plena muerte, el destello en el colmillo y el relámpago entre tus piernas.

Soy un verso perpetuo en la pared de barro, donde aguarda un antiguo amor, la novia de mi infancia, el juguete sin dueño, sin prisa, sin sol.

 

 

Un Trozo de Historia.

Traigo en mi puño alzado

Un trozo de historia y de caminos,

Me acompaña el trinar de pájaros y las piedras calcinadas,

Son carbones de vientos

Perseguidos y ultrajados,

Así se formó mi pueblo,

Y a pesar de la desventura militar,

El cují guardó nuestro secreto de alambique furtivo.

Tierra y fuego, carbón y viento,

Hicieron del agave

La ancestral alquimia del universo,

El canto profundo del campesino en busca de su alba,

Porque detrás del sol

Espera un fermentado sueño

Una metáfora destilada,

El infinito movimiento del serpentín y la esperanza.

Traigo en el mapire una penca de horizontes,

Un canto libre de aves fugaces,

La mirada longeva de una abuela en el monte,

Porque nos pertenece la polvareda que nos curte,

Los milenios de voces

Originarias

Traigo en mi puño alzado

Un trozo de historia y de caminos.

 

 

 

No permitas que te calcine la brevedad,

En estos raudales de espinas,

Que te hundas en las rendijas de la pared

Que hiende la noche.

 

 

 

¿Los has liberado del peso de tus palabras? 

                                                Juan Calzadilla. 

Escribo pájaro para tocar sus alas,

Para sentir sus latidos de cada letra.

 

 

 

a J. M. Cruxent

Y mis manos se hicieron barro

Cuarteadas de brisa y playón

Buscando el cause

de la quebrada perdida.

Mis manos, desde siempre han sido

clara escritura

Lítico aliento de polvo,

Símbolo forjado,

Línea aferrada a la piedra,

Habitando el ser.

 

 

Cómo traducir las reminiscencias vividas,

!Todas¡

En mi cabeza solo habitan bocetos oscuros

ortigas de acechantes espinas.

 

 

 

Escribo, siempre escribo,

Dentro de mí no quedarán ruidos,

Tampoco vidrios ni escombros,

Si no éste río que se hace verso

Y vuelve conmigo.

 

 

 

a Gustavo Pereira

Aún sigo aprendiendo

El hermoso arte

De soltar amarras.

 

 

 

Desgarro la piel y

la osamenta de un caprino

Sin sueños

Y aunque su balar quedó

Entre las tunas,

Mía también es la culpa

Afilada en la piedra.

Sobre el autor