(San José de Unare, 1902 – Caracas, 1977)
Hijo del educador Antonio José Sotillo Urbina y Eugenia Correa. Casó con Luisa Antonia Blanco Meaño, hermana del poeta cumanés Andrés Eloy Blanco. Hizo sus estudios en el liceo San José de Los Teques y en el liceo Caracas de la capital, obteniendo el bachillerato en filosofía y letras y varios años universitarios en la facultad de derecho de la Universidad Central de Venezuela.
Desde la adolescencia, se inició en actividades literarias, considerándosele miembro de la Generación de 1918. Sus primeros poemas, artículos y cuentos aparecen publicados a partir de 1921. Se hizo profesional del periodismo en 1924. Sufrió prisiones en La Rotunda por asuntos políticos en el año 1928.
Publicó y colaboró en varios periódicos y revistas con su nombre y con pseudónimos, entre ellas la revista Elite. Fundador de la revista “Válvula” junto a otros jóvenes escritores, entre ellos Arturo Uslar Pietri, Miguel Otero Silva, Nelson Himiob, Juan Oropeza, Fernando Paz Castillo, Gonzalo Carnevalli.
En 1935 funda junto con Arturo Uslar Pietri, Julián Padrón y Alfredo Boulton la revista literaria “El Ingenioso Hidalgo”. Ingresa al diario El Universal cuya dirección asume entre 1936 y 1943. En 1939, publicó su primera obra, “Andanzas”, en los Cuadernos Literarios de la Asociación de Escritores Venezolanos, con prólogo de Julián Padrón, libro que recopila versos de juventud, algunos romances tradicionales y otros poemas que fue escribiendo desde 1921.
Diputado al Congreso Nacional (1942-1945); Presidente del estado Guárico (1943-1944); Secretario de la Presidencia de la República (1944-1945); Director del diario “El Heraldo” (1945), también senador por su estado natal (1953-1958).
Individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua, ocupó el Sillón Letra «V», se incorporó a esta institución el 25 de junio de 1965 y ejerció como su Secretario 1972-1977. Sotillo fue distinguido con las siguientes Condecoraciones: Orden del Libertador, Medalla de Instrucción Pública.
Obra Poética: Andanza (1939); La calle y los caminos (1952). Obra cuentista: Todos iban… (1925); ¡Viva Satos Lobos! (1933), Los caminos nocturnos (1956), Unareña (1956). Obra crítica: Dos Larenses (1957). Obras completas: Obras (1987). Estudios, monografías y ensayos: Evocación del Tránsito de Celestino Peraza (1940).
Cuentos
Los caminos nocturnos/¡Viva Santos Lobos!