literatura venezolana

de hoy y de siempre

Poemas de Héctor Aní­bal Caldera

Sep 18, 2025

En la panadería

Todas las mañanas
arrastras vencidas telas
con desvencijados ojos
hablas a solas

-mentira

lo que mueves
no es tuyo
lo que señalas
murmura adentro

Emerges como luna
en cada desválido detalle

Te reverencio
no sólo por ser
sino por las olas que traes

aún en mí
buscan orilla

***

Prescripción médica

Reconcomiar proviene de reconcomio
en dosis periódicas
úlcera gástrica

se me antoja poca valoración de sí
aunque estoy harto de diagnósticos
hay suficientes picos de loro en las vallas
además, quejarse resulta otra rutina para el desagüe

indispensables las cosas sencillas
humanas
barrer la casa agua para las plantas
atender a la vecina
aceptar lo que no me había atrevido
conversar sobre lo que haremos hoy

En una palabra
en dosis periódicas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . *

*Si deseas puedes precisar la prescripción

***

La adicción
Como la rata o los insectos
merodea
enseña sus dientes tenaza
en territorios ya conocidos
insiste en aquello que fue superado

las mismas acrobacias de siempre
de naturaleza plástica
con su pasión de anime

subasta los anhelos
pregunta qué preguntar
ante las compuertas del desagüe

Por un instante
la lucidez insinúa presencia

Mi ánimo sólo alcanza
a girar la manivela

***

Sobredosis

Al visitar el museo insisto en devolverme
sin saber en cuál cuadro germinar

¿Construiría con sentido de árbol o me dejo llevar por ríos y océanos?

¿A qué viene preguntar?

Tengo presente que lo infalible se quiebra
¿Acaso decidir va en línea recta
para qué escondo la mano si quiero tocar
qué olores impactan mi sentir
quién dice que al vestirme oculto mis sombras?

También traigo la pregunta del profesor
¿Hacia dónde enrumbas tu esfuerzo?

o la reflexión del poeta
Creo en el mundo como en una margarita
porque lo veo. Pero no pienso en él
porque pensar es no comprender…

entonces viene la sentencia
Las respiraciones de cada quien están contadas

Tantos cuadros
le construyen una Muralla a mi circularidad

Hoy
cierro los ojos
y dejo de calcular

***

Detalles

De pronto un aleteo
quizá gorrión
hacen brotar paisajes
abre la puerta la Sra. del bar
intenta tararear melodías que congregan

Aún aturdidos nos emplaza a la mesa
vinimos a rastras tras la tierra mutilada
invasivas penurias se reiteran en los pozos secos

Hoy no se pinta ni se llevan colores
se hacen bocetos al carbón
se respira precariedad para concebir
y de nuevo la Sra.
esta vez maltratada
no sabemos de su dolor
menos aún de la fe implícita en las cosas

Podríamos dibujar un –Amanecer

Y vuelven los pájaros al balcón
la algarabía sigue en el bar
ella sale con pan viejo desmenuzado
ese runruneo prodiga tibieza
lo esparce
por un instante se respiran gotas de océano
hay detalles que pueden ser mantras
sus efectos son veraces

No importa el aspecto ni la mesa congregante
tal aleteo logra pervivir
la Sra. del bar también se sienta
entre bocetos de su amanecer

***

Confidente mesa

Las pieles mueven trazos
en la confidente mesa

te atreves a abrir paisajes
con las fotografías en blanco y negro
deslizadas entre tus muslos

¿A qué viene preguntar por Amanda?
no sé cómo narrarlo

mientras te marchas
van precipitándose las acuarelas

Vuelves
y la mesa no se fatiga

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