(Tinaquillo, 1943 – Caracas, 2015)
Egresado de la Escuela de psicología de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde además fue profesor, tanto en pregrado como en postgrado. Formó parte del grupo EN HAA. Fue presidente de Monte Ávila Editores y director de la Revista Nacional de Cultura.
Premios y reconocimientos: primer premio del Concurso Universitario de Poesía de la UCV (1965). Ganador del Concurso de Cuentos de El Nacional (1969). Premio Internacional de Novela de Monte Ávila (1971). Bienal de Novela Guillermo Meneses (1977). Bienal Mariano Picón Salas (1993). Premio CONAC de Narrativa (1995). Finalista del Premio Rómulo Gallegos (1995 y 2007). Premio Nacional de Literatura (2004).
Obra: Poesía: Laberintos, 1965; Eros y Pallas, 1967; Dos libros, 1999. Narrativa: Historias de la calle Lincoln, 1971; Inventando los días, 1979; Juegos bajo la luna, 1994; La flor escrita, 2003; Los cristales de la noche, 2005; Crónica de los fuegos celestes, 2010.
En Noguera opera una palabra que se piensa a sí misma a medida que profundiza en las hendijas de un mundo real: la violencia de la década del sesenta, que, en su caso, necesita ser reinventada a partir del contrapunto de varias imágenes que remiten a diversos mundo que refieren, en última instancia, a un yo que se desdobla en ellos, intentando reconstruir el tiempo y «dolerse» en él, en ese yo, reunido y repartido. José Napoleón Oropeza, Para fijar un rostro