Delirio en primer grado
Asume tu delirio
tus colores de cien grados sobre cero
La circunstancia no hará cola gratis
ni te protegerá mientras dormitas
Acepta tus lugares oscuros
Dales confianza
y recobra de allí
tus silencios más rápidos
tus canciones fulminantes
las frases que más brillen
—sobre todo si duelen—
Tómalas
no consientas que se esfumen
Pide a tu mano
sea ligera en la velocidad
Hazlas tuyas
Sé buen anfitrión
antes que crucen dimensiones
y no pasemos del antojo
***
Terapéutica
Es necesario enseñar a mis manos
cómo resistir el peso de mi contextura
No es preciso ver el mundo al revés para esto
Nadie les dice que el piso
tiene gusto a sal
Puede que el tránsito
no sea cosa complicada
La tarea es poner arriba el perfil
a vanguardia entre el descaro y la técnica
Pero las partes de mi anatomía
están libres para reaprender sus obligaciones
Así el rostro desiste de arrugar la frente
y la rodilla abandona
la tarea de alquilarse al mejor postor
Las piernas se pueden entrenar para dar la cara
decirle al caos que tenga protocolo
y haga sus asuntos piano piano sin histeria
que me ahorren las angustias de costumbre
y los nervios de punta
Ya es hora de saborear un buen plato gourmet
antes que mis pies agarren lo que puedan
y mis manos corran para salvarme
***
El rostro
En las tablas adviene lo ensayado
el perfil funge su laberinto
dibuja transparencias
la vista detalla su silencio
se dobla ante la furia
hasta que el pecho reanuda la calzada posible
En ocasiones el rostro llueve
otras se revierte como playa soleada
juegos de niños
La cámara se prepara
a invocar el instante
hacer su idioma de mímicas
quiere estar en el momento justo
el lugar preciso
la cara no sabe qué decirle a la foto
pero el flash sí sabe callar el desconcierto
El rostro queda desde la casualidad
tropiezo de relámpago radiante
de la fotografía
***
El día luego de la fiesta
comprenderemos
La felicidad es vértigo
La altura de los escombros
se apiñan justo después
de la hecatombe
Son anuncios de fortuna
Una mesa insolente
revuelta por diez huracanes
ecos al mediodía
y risas de la permanencia
Por los quicios
se estira la acústica del festejo
sobre humo de café
por el perdón demandado a la resaca
Después de abrir la vigilia
más allá del brindis
la alegría continúa pero en rastros
sepultados por platos sucios
y vidrios rotos
Todavía bailan por los tabiques
almas haciendo sus amores
en cuartos prohibidos
Después del festín
todos vuelven de lo insólito
y sigue condimentada una risa en los labios
Duele la cabeza como arranque telúrico
por nada de qué arrepentirse
***
Paradoja aérea
Tomar una bocanada de aire
y regresarla
Eso es existir
Casi se escuchan los pasos del viento
dejando leves huellas con tu nombre
en el oxígeno que tomas
Ese es el protocolo
Tu victoria privada
Tu ciclo favorito
Aunque por momentos aburra
Tiene color de pretexto
cuando pasa desapercibida
Asumes así la libertad de tomar un bocado de la fiesta
(el café humeante)
y casi te haces el valiente
como para disponer el dictamen del azar
en la página en blanco
sin que la trascendencia sea un obstáculo
***
Gaveta
Traje la gaveta para sentirme cómodo
bajo techo
protegido de la lluvia
La gaveta se abre
Tomo de ella mis herramientas
para armar rompecabezas y elegantes obstáculos
Reviso tras de sí
fragmentos de la memoria
páginas amarillas
Cosas que jamás tuve
o nunca creí tener
Cuando se cierra echa a andar la máquina del tiempo
en su lenguaje de polvo
por capas
su poética de cero a la curva
La gaveta se abre
y es un vacío cubierto de futuro
Madera donde caben mis huesos y un jardín
Matemática del vaticinio
Dulce hogar
***
Con sumo cuidado
Tuve especial cautela
de no dar un paso en falso
y aquí estoy
cayendo hacia el abismo
Pero en el abismo vuelan flores
y una crepitación mansa
en su respiración
Caigo
libre
de culpas
sobre mi cuerpo aéreo
Dejo arriba mis pecados
No los pude traer
Sólo despedirme
sin dejar el rostro
Soy leve
galáctico
Ahora que
he dado el paso verdadero
***
Dialéctica del acierto
Cierro mis ojos
olvido el arco que estiro
con mi espíritu
Suelto mis ganas
de errar el golpe
Me libero de mi ansia
de atinar
Ahogo la adicción al miedo
en mis mares
El blanco se dibujó
directo en la flecha
Pareciera propósito puro
hito sin dudas
su punta matiza un paisaje apacible
dulce e infinito
***
Dialéctica de las manos
Miro mis manos
En ellas reside el apetito de hacer
Para salir de su rutina
se afanan en tareas irrealizables
Hablan idiomas de gesto y artilugio
No necesitan labia ni retórica
Burlan quimeras trafican obstáculos
Tienen cartogramas con avenidas de vértigo
Allí toman el automóvil
Cargadas de ímpetu
Mis manos salen al rito de la escapatoria
Con el pie bien hundido en el acelerador
vuelan en busca de fortuna
***
Dialéctica de la risa
El que ríe de último no desea ver manido su goce
o al menos que no sea tan mediático
Quisiera no advertir con frecuencia
que al estar en el sitio más remoto de la punta
viva tildado de extremista
Si fuera por él
Si se le brindara el deseo de elegir el lugar
preferiría reír de segundo o de cuarto
Jamás primero en llegar a la fiesta de la cama
Daría lo que fuera por un poco de privacidad
Aprendió a crear de improviso
la más sonora carcajada
en ocasiones revolcándose en el pavimento
como perro rabioso
***
Paisaje diagonal
Cuando suena el gong
y no has respirado lo suficiente
La eternidad duerme en una hora
Los segundos pesan en el deseo de no estar
La serenidad sigue apegada al desbalance
El tiempo no camina con semáforo de avalancha
sólo suma la madera paulatina
El gong suena
disemina el espacio con su liturgia
su pacto solemne con la conciencia
No se cree campana o pájaro
La mente es el tiempo del colibrí
El pez indeciso y ávido
La selva sin fondo ni freno
Cuando alguien golpea el gong
y no te has recuperado de la carrera o la pelea de ayer
ni de cómo bebiste el silencio
La determinación baila como ola
en un péndulo amarillo
Surge y desaparece
Aún se oye
y llama
***
Enciende el sonido
en tu mano
y cúbrenos con tu esperanza
Pasea por mis callejones
Permite que mi barro enlode tu pie
Sé el oficiante
que intercede y dicta
quien a tiempo convoca
Traduce las cartas echadas
Delinea el surco primigenio
Lanza tu pequeño rayo
por ínfimo que pueda ser
Cuando agarren fuego tus cantos
Rociarás el aire que te cuida
como si hubiera posibilidades
por las qué sonreír
respirando en la mesa
***
Esa sensación
de saber que las miradas merodean
Nos sacude el ojo minúsculo
de los adversarios
sueñan doblarte el equilibrio
dando pedradas de ciego
a tus golpes de vista
Andamos bebiendo palabras
con los cinco sentidos multiplicados
el corazón continúa
para la gran molestia
de tus rivales más hostiles
