literatura venezolana

de hoy y de siempre

Poemas de Luis Ernesto Gómez

Sep 24, 2025

Delirio en primer grado

Asume tu delirio
tus colores de cien grados sobre cero

La circunstancia no hará cola gratis
ni te protegerá mientras dormitas

Acepta tus lugares oscuros
Dales confianza
y recobra de allí
tus silencios más rápidos
tus canciones fulminantes
las frases que más brillen
—sobre todo si duelen—

Tómalas
no consientas que se esfumen
Pide a tu mano
sea ligera en la velocidad

Hazlas tuyas
Sé buen anfitrión
antes que crucen dimensiones
y no pasemos del antojo

***

Terapéutica

Es necesario enseñar a mis manos
cómo resistir el peso de mi contextura
No es preciso ver el mundo al revés para esto

Nadie les dice que el piso
tiene gusto a sal
Puede que el tránsito
no sea cosa complicada

La tarea es poner arriba el perfil
a vanguardia entre el descaro y la técnica

Pero las partes de mi anatomía
están libres para reaprender sus obligaciones
Así el rostro desiste de arrugar la frente
y la rodilla abandona
la tarea de alquilarse al mejor postor

Las piernas se pueden entrenar para dar la cara
decirle al caos que tenga protocolo
y haga sus asuntos piano piano sin histeria
que me ahorren las angustias de costumbre
y los nervios de punta
Ya es hora de saborear un buen plato gourmet
antes que mis pies agarren lo que puedan
y mis manos corran para salvarme

***

El rostro

En las tablas adviene lo ensayado
el perfil funge su laberinto
dibuja transparencias
la vista detalla su silencio
se dobla ante la furia
hasta que el pecho reanuda la calzada posible

En ocasiones el rostro llueve
otras se revierte como playa soleada
juegos de niños

La cámara se prepara
a invocar el instante
hacer su idioma de mímicas
quiere estar en el momento justo
el lugar preciso

la cara no sabe qué decirle a la foto
pero el flash sí sabe callar el desconcierto

El rostro queda desde la casualidad
tropiezo de relámpago radiante
de la fotografía

***

El día luego de la fiesta
comprenderemos
La felicidad es vértigo

La altura de los escombros
se apiñan justo después
de la hecatombe
Son anuncios de fortuna

Una mesa insolente
revuelta por diez huracanes
ecos al mediodía
y risas de la permanencia

Por los quicios
se estira la acústica del festejo
sobre humo de café
por el perdón demandado a la resaca

Después de abrir la vigilia
más allá del brindis
la alegría continúa pero en rastros
sepultados por platos sucios
y vidrios rotos

Todavía bailan por los tabiques
almas haciendo sus amores
en cuartos prohibidos

Después del festín
todos vuelven de lo insólito
y sigue condimentada una risa en los labios

Duele la cabeza como arranque telúrico
por nada de qué arrepentirse

***

Paradoja aérea

Tomar una bocanada de aire
y regresarla
Eso es existir
Casi se escuchan los pasos del viento
dejando leves huellas con tu nombre
en el oxígeno que tomas

Ese es el protocolo
Tu victoria privada
Tu ciclo favorito
Aunque por momentos aburra

Tiene color de pretexto
cuando pasa desapercibida

Asumes así la libertad de tomar un bocado de la fiesta
(el café humeante)
y casi te haces el valiente
como para disponer el dictamen del azar
en la página en blanco
sin que la trascendencia sea un obstáculo

***

Gaveta

Traje la gaveta para sentirme cómodo
bajo techo
protegido de la lluvia

La gaveta se abre
Tomo de ella mis herramientas
para armar rompecabezas y elegantes obstáculos
Reviso tras de sí
fragmentos de la memoria
páginas amarillas
Cosas que jamás tuve
o nunca creí tener

Cuando se cierra echa a andar la máquina del tiempo
en su lenguaje de polvo
por capas
su poética de cero a la curva

La gaveta se abre
y es un vacío cubierto de futuro
Madera donde caben mis huesos y un jardín
Matemática del vaticinio
Dulce hogar

***

Con sumo cuidado

Tuve especial cautela
de no dar un paso en falso
y aquí estoy
cayendo hacia el abismo

Pero en el abismo vuelan flores
y una crepitación mansa
en su respiración

Caigo
libre
de culpas
sobre mi cuerpo aéreo
Dejo arriba mis pecados
No los pude traer
Sólo despedirme
sin dejar el rostro

Soy leve
galáctico
Ahora que
he dado el paso verdadero

***

Dialéctica del acierto

Cierro mis ojos
olvido el arco que estiro
con mi espíritu

Suelto mis ganas
de errar el golpe

Me libero de mi ansia
de atinar

Ahogo la adicción al miedo
en mis mares

El blanco se dibujó
directo en la flecha
Pareciera propósito puro
hito sin dudas

su punta matiza un paisaje apacible
dulce e infinito

***

Dialéctica de las manos

Miro mis manos
En ellas reside el apetito de hacer

Para salir de su rutina
se afanan en tareas irrealizables
Hablan idiomas de gesto y artilugio
No necesitan labia ni retórica
Burlan quimeras trafican obstáculos

Tienen cartogramas con avenidas de vértigo
Allí toman el automóvil
Cargadas de ímpetu
Mis manos salen al rito de la escapatoria

Con el pie bien hundido en el acelerador
vuelan en busca de fortuna

***

Dialéctica de la risa

El que ríe de último no desea ver manido su goce
o al menos que no sea tan mediático
Quisiera no advertir con frecuencia
que al estar en el sitio más remoto de la punta
viva tildado de extremista

Si fuera por él
Si se le brindara el deseo de elegir el lugar
preferiría reír de segundo o de cuarto

Jamás primero en llegar a la fiesta de la cama
Daría lo que fuera por un poco de privacidad

Aprendió a crear de improviso
la más sonora carcajada
en ocasiones revolcándose en el pavimento
como perro rabioso

***

Paisaje diagonal

Cuando suena el gong
y no has respirado lo suficiente
La eternidad duerme en una hora
Los segundos pesan en el deseo de no estar
La serenidad sigue apegada al desbalance

El tiempo no camina con semáforo de avalancha
sólo suma la madera paulatina

El gong suena
disemina el espacio con su liturgia
su pacto solemne con la conciencia
No se cree campana o pájaro
La mente es el tiempo del colibrí
El pez indeciso y ávido
La selva sin fondo ni freno

Cuando alguien golpea el gong
y no te has recuperado de la carrera o la pelea de ayer
ni de cómo bebiste el silencio

La determinación baila como ola
en un péndulo amarillo
Surge y desaparece

Aún se oye
y llama

***

Enciende el sonido
en tu mano
y cúbrenos con tu esperanza

Pasea por mis callejones
Permite que mi barro enlode tu pie

Sé el oficiante
que intercede y dicta
quien a tiempo convoca

Traduce las cartas echadas
Delinea el surco primigenio
Lanza tu pequeño rayo
por ínfimo que pueda ser

Cuando agarren fuego tus cantos
Rociarás el aire que te cuida
como si hubiera posibilidades
por las qué sonreír
respirando en la mesa

***

Esa sensación
de saber que las miradas merodean

Nos sacude el ojo minúsculo
de los adversarios
sueñan doblarte el equilibrio
dando pedradas de ciego
a tus golpes de vista

Andamos bebiendo palabras
con los cinco sentidos multiplicados

el corazón continúa
para la gran molestia
de tus rivales más hostiles

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