San Baudelaire
San Baudelaire, patron mío,
tú sabes que tengo en una lavativa
de lino, malva y almidón,
empapada el alma de Molière
Sino eres un animal
sácame de esta tienda
y te nombro gran almirante
de mi flota del Atlántico.
(Texto de un loco, citado por Vicente Huidobro)
Afuera llueve Baudelaire
y la lluvia entra en los vidrios de la noche
Me retiro al sitio donde vivo
cierro las ventanas
entro de pie al sueño
Dejo vagar mis rasgos sobre las yerbas cortas
Un perro negro lame mis cabellos
Me acerco a los ríos
donde los peces sacan las bocas del agua
y beben de la luna
Rozo las aguas con mi mano derecha
y la llevo a los ojos
desciende color a las siluetas que circundan dentro de mí
llenas de humedad
de tierra confusa
Regreso hondo
Caigo aún más en la noche
San Baudelaire extiende sus as alas
y me cubre el viento cargado de lluvia
y me veo cruzar las colinas
en su compañía
los dos cubiertos por capas negras
él hablando del infierno
y yo silencioso
tropezando con las rocas
***
Caos
Antes que el hombre nombrara
a través del caos
las cosas disonantes de la creación
existía la armonía
El cielo y la tierra cruzaban sus mensajes
de fuego
uno al otro comunicaban sus fiestas
dolores y lamentos
Para nada había obstáculos
conversaban y se entendían perfectamente
Todo era hábil
Todo extendía su propio peso
su real valor
Sin miedo lo inútil se sabía en descanso
de la materia
luego
según la rueda perfecta de la fortuna
vivía su turno
Lo muerto no sufría
retornaría poco después
y lo vivo soportaba el vivir
pronto vendría el descanso natural
Antes que el pensamiento
creara la muerte
mucho antes que el hombre pensara
en el término de las cosas
y el caos abandonara su misión verdadera
todo era perfecto
todo era irrupción
azar
***
LA TRIPULACIÓN LLORÓ
Fieles a los accidentes del Litoral
la tripulación lloró al alba
como cualquier ser viviente
se internó mucho tiempo
entre las lágrimas
frente a la tierra firme
lavó su rostro y le dio gracias
al Dios castellano
sus gemidos parecían gorjeos de un
ave muda
Los hombres avistaron a los nativos
eran de piel de bronce o de cera
sus mujeres eran bellas
y los niños vivaces atrevidos
aunque éramos de mundos distintos
serenísimos cristianísimos muy altos
excelentes y poderosos príncipes
todo era una maravilla
lo que volaba lo que nadaba
lo que más allá se arrastraba
escasean en nuestros idiomas colores
para nombrar los matices
de este mundo
***
Los pretendientes
A Natalia
Dime Antinoo
qué sentiste cuando el viejo Odiseo
tensó su arco
y sonó aquella flecha en el cielo
Dime Antinoo
tú que eras el más audaz
entre nosotros
y que ahora después de la muerte cruel
permaneces con la lengua enterrada
Dime si no es cierto
que por aquellos pelados cerros
de San Sebastián de los Reyes
jamás pasó hembra igual
***
La niebla es cruel
La niebla es cruel
Borra sin dar marcha atrás
mi vida
Así la increpe duramente
va solitaria
sobre las cosas que amé
Yo le pregunto incansablemente
por mi vieja casa
dónde los animales
las colinas de yerbas rebosando
dónde el viejo maravilloso país
que pasara de los ojos de mi padre a los míos
Pero la niebla es cruel
Mi universo que sopla de este a oeste
como el sol cuando es joven
es asaltado
por ese gavilán cuyas garras
rompe el firmamento que me techa
Qué puede contra la superficie
de una garra en vuelo
Desalojado
siento a la luna elevar líquido de mis ojos
Qué decirle a mis pequeños
de todo esto
Qué a mis cachorros
***
Mi casa me busca
Mi casa me busca
me husmea
a todas partes me sigue
Aunque me encuentre en lo más desolado
ella está conmigo
De las calles me recoge
en los malos sitios me azota
jamás me abandona
Ni en los peores momentos
de nada me priva
Ante su patio me coloca
Bajo la sombra de sus hermosas hojas
me da techo
Es capaz de ofrecerme su propio alimento
de todo me cobija
Cuando me sabe solo
junta su rostro al mío
y aullamos como lobos al viento
Delante de vosotros no estoy
sombra del que fui
me lleva
en su niebla
***
Hoy me siento un árbol cargado de lluvia
Hoy me siento tendido bajo una gran oscuridad
estoy como una piedra
y fluye sobre mí
cruza su largo cuerpo como una barcaza
cubriendo todas las aguas
y se hunde
sin que las maderas humosas lleguen al fondo
es un sonido
suspendido o igual a esos animales
que viven del aire
y se desplazan
Hoy me siento un árbol cargado de lluvia
que alguien sacude bruscamente
Pienso en mis antepasados
y éstos van por mis ojos cerrados como un vapor
un soplo
que recorre mi sombra
husmeando las etapas de mi vida
esa línea
puesta allí como un animal sediento
por manos extrañas
que será cortada por manos extrañas
Cerrado como un círculo
hoy no doy paso
sino a esas cosas vagas
que levantan mi cabeza
que descienden
sobre mis cinco espíritus muertos.
***
Aqueronte
Oh yo tuve alguna vez
ramajes sobre mis brazos
un viento con aves
cruzando mi cabeza
Soy un anciano
que apenas puede mover sus aguas
llevar la oscuridad del oleaje
de una orilla a otra orilla
Me han lanzado bajo la sombra de las rocas
en vez de sol
hay sobre mis ojos un techo de tierra
Ahora mi cuerpo es duro
como la piel de una res vieja
Empujo con mis pocas fuerzas
los muertos atascados en el lodo
los envuelvo en mis cabellos
cada día más grises
soporto sus nados alocados
y los llevo como una cinta de piedras
puliendo las negras carnes
A veces
cuando el viento de estas comarcas
pasa rabioso
apenas si levanto mis olas
y me voy bajo las hojas amarillas
cubierto de un vapor rojizo
apagado por la bruma
los ojos bajos
puestos sobre mis piedras
sobre las bocas abiertas
Sólo el viejo Carón
navega en mis ojos
rompe con sus remos mis cabellos hirvientes
en aquellas partes
donde soy profundo
y tengo peces negros
Levanto la cabeza
los párpados filtrados como un fantasma
pongo las manos en mis escamas
y lleno de locura
me voy de bruces husmeando las grutas
con el recuerdo de que una vez
tuve vestiduras blancas
y no este infierno