Víctimas de distintas formas de incomprensión, tanto Simón Rodríguez como Gonzalo Picón Febres fueron esforzados intelectuales, vivieron en medio de los tiempos más azarosos y difíciles de nuestra nación, pero nunca compartieron el desaliento de muchos de sus contemporáneos. Rodríguez dedicó toda su vida al oficio de educador y concibió la escuela como eje transformador del contexto, mientras Picón Febres ideó estos textos como memoria cultural de nuestro siglo XIX (nota editorial).
Haciendo clic en el enlace puedes descargar sin costo Don Simón Rodríguez, Maestro del Libertador, de Gonzalo Picón Febres (cortesía: El perro y la rana).