Por: Jason Maldonado Skrainka
La voz narrativa de Arnoldo Rosas es aquella que puede hallarse en la oralidad sencilla y pura de los hombres y mujeres más viejos de un pueblo, sea del lugar que sea en Venezuela, pero muy especialmente si es de la isla de Margarita, de donde es oriundo.
Arnoldo es un cuentacuentos nato, de esos que te enganchan con una pequeña migaja de historia para luego ir aumentando la porción hasta que el bocado se hace más grande. Aun así, y es una virtud tremenda, su voz autóctona se proyecta para que cualquier lector hispanohablante se deje seducir por ese entramado lúdico de cada cuento.
«El viaje inmóvil. Relatos de gente que viene y va» suma en total 21 textos que se dan la mano desde el performance de lo cotidiano, pero también en lo inaudito; pasando por la memoria de los personajes, sus recuerdos, la diáspora venezolana y viajes, muchos viajes.
Este libro confirma la potencia narrativa de Arnoldo Rosas y, desde la propia simbología del número 21, deja en claro su creatividad y madurez como escritor.