Mirih Berbin
Escribiré en tus manos
Podría accidentar mi paso
estando en sal y arena
sin entender cómo salir
del adormecimiento.
Pero no es de eso
que escribo en esta noche
es del baile en silencio
levitando sin aire y sin gravedad
sostenida en las manos
que se pierden.
No me cubran nada
no lo estrecho y desgastado del camino
ni la flacidez de las ideas
bajando sin llegar a algún lugar
déjenme imperfecta con mi finitud encima
con estos días de más acumulándose en la esfera.
No seguiré desgastándome
devolviéndome a un lugar que ya no es de mi talla
ni yo de la suya
acepto llegar al sitio donde respirar queme
acepto tocar lugares
donde sienta el hielo entrar por la piel
sin permanecer cerca o salir de prisa
sólo dejando en el aire poemas
sin importar lo que pase
vida mía
escribiré en tus brazos.
Mirar las palabras que dices
Yo no escucho
No importan cuán fuerte hablen
no presto atención si voy rápido.
No estoy escuchando el ritmo de la mañana
Sólo veo lo que permite el reloj
un mar de personas se muestra entre formas
me dicen palabras grandes
pequeñas
coloridas
En algún punto me adherí unas gríngolas
y unos audífonos
casi se me da natural caminar en automático
Disculpe
yo no escucho
voy hacia una pared de humo
que me abanica con sus obligaciones
y cuando me bajo
de la urbanidad del día
Recuerdo las palabras que dejé de escuchar
que simulé haber ignorado.
Recuerdo cada intención, cada comando
cada voz como un abrazo de cerca
recuerdo que afuera se quedaron
con una pequeña versión de mí
pero no hay tiempo de dar respuestas
cuando se está sentada a solas.
Los niños juegan
a mis hijos
Desde el silencio
se dibujan dos pequeñas siluetas
Se forman círculos
donde afuera no es salir
adentro no es entrar
Se despiertan líneas vitales
desempañando sombras en rotación
que no se habían visto
Se levanta un brazo
sin detener el aire
se abandonan espacios
sosteniendo la risa
del grito sin llanto
se afina el silencio sabiendo que en la raíz
una mano aparece
y arranca de golpe lo malo
En la calma se ve que el piso tiene un piso
el techo otro techo
Una niña y un niño juegan a atraparse
ellos cantan, cuentan y salen corriendo
Los niños juegan a contrariarse
a perseguirse
a buscarse un mayor que les proteja la risa
juegan a devolver aquello
que se nos había perdido
en la alegría que dibuja la silueta
de los pequeños amantes.
Los niños juegan a enseñarnos
la inocencia.
Esa noche
Cuidar del otro
cuidarse
ver como afuera empieza a aclarar
adentro el aire denso, la vida estática.
Negarse a que llegue la mañana
es tan inútil
Sé del movimiento porque la noche,
siempre la noche,
después de acariciarme
de mandar señales de cercanía
de remover fantasmas sagrados
de parecer eterna
de dejarme jugar a dibujar estrellas
de darle el clima necesario a esta piel.
Después de hacerme Diosa,
esa noche,
comienza a irse.
¿Desde dónde habré arrastrado la playa?
Se desprende un día de nosotros
es conciencia rota de mar
una visión que se queda a dormir conmigo
Los cauchos con los que camino mutan
aumentan las h u e l l a s,
se pegan y lanzan partículas
Los desprendo para ver qué pasa.
Primero el izquierdo,
luego de derecho
la arena se asoma mientras me pregunto
desde dónde habré arrastrado la playa
sin darme cuenta.
De amaneceres
El día nos acerca un paisaje distinto
La montaña no puede extender sus brazos,
debe mantenerse tranquila
acercar los cuidos
ofreciendo su clima y tono agradables.
En cambio el sol si sale a recorrer la ciudad.
A veces se va de prisa
a veces anda despacio
la montaña lo espera,
utiliza su día para escribirse en neblinas.
De regreso,
en cada puesta de sol
una breve cercanía los asombra
Él le regala amaneceres
y atardeceres en postales.
Ella le manda la brisa del camino.
La otra montaña es hoy.
El sol se asoma sonriente y juguetón.
La montaña ofrece algo de primavera.
Ella lo ve asomarse, saludar y trotar los mundos
deseando que ese día corra de regreso
con todas sus fuerzas
en dirección a ella
Hasta que se va quedando dormida y piensa:
mañana…
¡tal vez mañana sí vendrá!
La flor del adiós
Sin cercos habitamos el Jardín,
al tiempo y a la muerte indiferentes.
Gustavo Fernández Colón.
Sabemos de flores que llegan sin permiso a la casa
son mariposas de vuelo lento
que atraviesan paredes y corazones
omitiendo lo menos importante
Sabemos de flores que se quedan sin permiso en la vida
adornando las palabras desde el mucho gusto
hasta su cremación
cuando estaba lista me mostró la finitud del rugido
quiero entrar en la vida o en la falta de ella
casi se aplasta la flor
en los cuentos que no ocupan espacios
Ahora poseo para siempre
una flor que se lleva sin permiso el aire
no tardará en hacerme correr
para aprender sobre despedidas.
Hace poco decoraba
la celebración de nuestro aniversario,
ahora la casa
la vida
el aire
se convirtieron en esta flor
que se quedó dormida
sobre su ataúd.
A mi esposo Gustavo F.C. in memoriam
Definitivamente la poesía toma en tu pluma un cariz difícil de encontrar en cualquier otro poeta, Mirih querida. Recibe un gran abrazo con todo mi respeto y admiración…
Excelente poesía mi amiga Mirih, tus sentimientos se plasman tan sencillos y naturales que el lector se envuelve en cada palabra y frase trasmitida como parte de la letra. Mis felicitaciones, cuando uno escribe se deja llevar por la punta de la pluma hacia los pensamientos más inverosímiles. ¡Éxito!
Hermosas palabras. Muchas gracias!
La poesía de Mirih brota una tinta imborrable en el sentimiento del lector que invita a esperar por los próximos poemas.
¡Éxitos!
Hay en cada verso la esencia de lo vivido, de lo que está latente como forma de existir y que el amor va desdibujando en lo sublime del alma. Es trascender el tiempo, sin soslayar todo lo que encierra como instante, como presencia absoluta en una búsqueda y espera que no se desliga de la realidad, y quizás de los sueños…
Excelente nos haces volar y encontrarnos con pureza, sentimientos que bonito te felicito y admiro Mirih.
Gracias a todos por sus palabras. Nutren Ami corazón! Ahora los invito a seguir disfrutando de ésta maravillosa página que ahora es que tiene material para ofrecernos!
Sin duda alguna, mi hermana Mirih, colega y amiga de la vida, logra transmitir con sus palabras un sinfín de sentimientos que yacen en lo más profundo de su ser. Su verbo plasmado en arte definitivamente hace que nos deleitemos en la lectura y nos identifiquemos con nuestros propios amores, soledades, afectos, visiones de la vida y complejidades del ser humano.
¡Bravísimo amiga!
¡Eres grande!
Precioso, es un poema que llega profundamente al alma. Gracias Mirih por compartirlo.
Suaves como brisa sin destino, a veces invisible, siempre caricia.
Me encantan esos versos duendes.
Sólo algunos gerundios me hacen ruido.
Felicitaciones
Muy sentidos los poemas de Mirih. Hermosa melodía que nos hace viajar por paisajes llenos de sensaciones.
Gracias gracias gracias! No esperaba este diálogo con el lector. Los abrazo!
Maravilloso, suave, vinculante. Todo lo conforma una cadena, cadena de eventos por experimentar y superar. Un abrazo Mirih.
Me ha encantado, mucho sentimiento en esas letras, es bonito conectar con otro a través de la poesía.
Excelente querida amiga y compañera de letras, apreciada Mirih. Adentrarse en tus inspiraciones, es un verdadero lujo. Abrazos.